DOP Jamón de Huelva y la nueva Norma de Calidad del Ibérico
La DOP Jamón de Huelva es consciente del mérito que ha tenido el Ministerio en querer sacar una nueva Norma de Calidad del Ibérico, aunque es obvio que la situación de crisis total que el sector del Ibérico padecía y padece nos indicaba la necesidad de regularlo, ya que así sólo podíamos ir a la desaparición del producto estrella de nuestra gastronomía nacional, el Jamón Ibérico de Bellota, así como poner en peligro mucha mano de obra.
Pues bien, aunque parezca obvio que yo tenga mis preferencias por un cerdo ibérico que por uno cruzado, o tenga como ideal un manejo de las piaras de cerdos en las dehesas y no en una nave con rejillas, o que entienda que no podemos mezclar los productos que proceden de cerdos que se hayan cebado de bellotas con los que proceden de cerdos cebados de pienso, aunque todo ello parezca obvio que es o debiera ser lo que yo defiendo, en este caso quiero defender una postura distinta. Me explico. Entendemos que la crisis de este sector se fundamenta en el desconcierto y en el entendimiento que existe en el consumidor cuando se dispone a realizar un esfuerzo, hoy día titánico, en la compra de un jamón ibérico bien de bellota o de pienso, según el poder adquisitivo de cada cual, pero igual esfuerzo para uno que para otros, ya que el jamón ibérico ha sido y debe ser un producto de alta valoración gastronómica y económica, diría yo. Pues bien, cuando el consumidor va a adquirir un jamón ibérico y no sabe si le van a dar «gato por liebre», es cuando nos encontramos con un problema, ya que si lo que compra no cubre sus expectativas o se siente engañado… probablemente no repita.
Además, cuando leímos el primer borrador, y vimos que se pretendía limitar la libertad del ganadero para que pudiera elegir la raza del cerdo a meter en la montanera de sus dehesas, nos dimos cuenta que nos estábamos equivocando en nuestras exposiciones y en nuestras exigencias hacia la opinión pública y hacia el Ministerio.
A mi entender, lo que la Norma de Calidad del Ibérico debe regular es en base a la libertad y al derecho. Así, el ganadero debe tener libertad de poder elegir el cerdo que quiera producir y donde. Así, si quiere hacer un cerdo 50% ibérico/50% duroc y cebarlo de bellotas en la dehesa, pues perfecto, pero si lo que quiere es hacer un cerdo 100% ibérico, cebado de pienso en una nave, pues perfecto.
Del mismo modo, el industrial debe tener el derecho de elegir con libertad el jamón que quiera elaborar, bien sea una pata ibérica de bellota o bien sea ibérica-duroc, bien sea de pienso o de bellota, en una dehesa o en una nave.
Pero, y aquí viene la cuestión, sobre todo tenemos que querer y defender el derecho del consumidor a elegir con libertad el producto que quiera comprar, y para ello es necesario que tenga toda la información, y ésta debe de ser veraz y completa, ya que una verdad a media es una mentira.
Creo que en el mercado hay sitio para todos y que el consumidor, si tiene toda la información, sabrá elegir si quiere un jamón de un importe u otro, con más tocino o con menos, con más o menos peso; en definitiva, ya será el consumidor el que elija según sus gustos y posibilidades, y nuestra obligación debería ser que lo que compre se parezca a lo que quería comprar, para que sus expectativas se vean cubiertas.
Pero es muy duro escuchar o leer que lo mejor para el consumidor es no darle más información, que si le damos información le vamos a confundir. Claro, como el consumidor no sabe y es… para que le vamos a decir la verdad.
Hay que recordar que no hace tanto tiempo, en el sector del aceite, cuando se vendía aceite de oliva, éste llevaba un tanto por ciento de aceite de girasol mezclado con el de oliva, lo cual no se decía. Hasta que llegó un Ministerio que entendió que eso era fraude, que el consumidor tenía que saber lo que compraba. Así, hoy día, hay desde aceite de oliva puro virgen extra hasta todo lo que queramos, pero siempre dando información veraz.
En el sector del vino, cuando cualquiera de nosotros compra una botella, puede leer claramente en la etiqueta las distintas variedades de las que procede el vino que compra; así puede tener 80% de tinto fina y 20% de merlot, y además tener más o menos meses de barrica o cualquier otra composición.
En definitiva, lo que pedimos es que cada uno sea libre de criar y producir el cerdo y/o jamón que estime mejor le irá para su negocio, dehesa, pero siempre que en la etiqueta se ponga toda la verdad, respecto a raza, manejo y alimentación.
Si es 50% ibérico/50% duroc de bellota, pues perfecto; si es 100% ibérico de pienso intensivo, pues vale. En definitiva, creo que poniendo toda la verdad respecto a la raza, alimentación y manejo, todos tenemos sitio y futuro en el sector.
Ahora bien, quien no quiera que se ponga la verdad en la etiqueta para mayor transparencia y claridad para el consumidor debería explicar el por qué no quiere.
Sin más, me despido recordando que nuestros únicos valores que nos diferencian de que este producto se pueda producir en cualquier otro país son las dehesas y la raza ibérica. Si perdemos el que dehesa y raza ibérica estén ligadas, podemos acabar con situaciones parecidas al sector del aceite que en ocasiones nuestros aceites van a Italia a granel para volver a España embotellados con marcas italianas.
Noticia extraída de: http://www.huelvainformacion.es
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