18/05/12

Mucho trabajo se ha hecho en el campo de la tecnología, la alimentación y los negocios internacionales para poder llevar a Estados Unidos, Japón, Australia o Canadá, sin éxito, el jamón ibérico. La estricta regulación de importación de alimentos de estas naciones ha imposibilitado llevar no solamente este apreciado producto, sino otros de gran calidad que se producen en España.

Hace algunos años, la empresa Hiperbaric, patentó en España una tecnología que utiliza la alta presión por agua en el empaquetado de alimentos, que extiende la vida comercial de los alimentos casi tres veces más de lo que hoy es habitual, en algunos incluso más, puesto que inactiva bacterias patógenas. El tratamiento conserva más y mejor, ya que garantiza la seguridad alimentaria, preserva las propiedades nutricionales y no altera su olor, sabor ni coloración. Esta tecnología es puntera en su ramo a nivel mundial. Un 80% de la maquinaría que produce esta empresa se exporta a Estados Unidos. Sin embargo, en España son pocas las empresas que se pueden permitir pagar el alto costo de esta maquinaria, alrededor de 2 millones por procesador.

Con la intención de poner al alcance de las pequeñas y medianas empresas españolas esta tecnología, el Consorcio de la Zona Franca, Hiperbaric y la cárnica Noel han creado APA Processing, con dirección en la antigua fábrica de SEAT en Barcelona. Con una inversión de 5,4 millones (3,1 en instalaciones y 2,3 en maquinaria y personal) las instalaciones serán unas de las de mayor capacidad de procesamiento de Europa e iniciarán su operación en octubre de 2012.

De momento, la empresa trabaja en una ubicación temporal, desde abril. Entre los productos que se pueden procesar por altas presiones figuran los productos cárnicos curados, cocidos o loncheados, el pescado, los mariscos, los platos preparados, la fruta fresca, los productos lácteos, los crustáceos higienizados y pelados, el guacamole y otras salsas frescas, así como los zumos (Starbucks en Estados Unidos utiliza la tecnología para el envasado de sus jugos orgánicos). Esta tecnología de altas presiones hidrostáticas posibilitará exportar alimentos preparados a países que cuentan con legislaciones de seguridad muy exigentes, como Japón, Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos.

Noticia extraída de: http://www.abc.es

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