La Asociación de Productores de Cerdo Ibérico de Extremadura ha declarado que la comunidad no descarta lanzar una Indicación Geográfica Protegida (IGP) propia para sus productos ibéricos.

Javier Solano, presidente de dicha asociación, ha explicado que el sector extremeño baraja como posibilidad que las negociaciones entre la comunidad y el Ministerio de Agricultura no prosperaran y en ese caso que Extremadura buscara una “alternativa exclusiva”.

“Nosotros le propusimos hace tiempo al presidente extremeño, José Antonio Monago, que si las negociaciones con el Ministerio no llegaban a buen puerto, Extremadura pudiera salirse de la norma e hiciera una denominación propia”, ha declarado.

En ese caso se crearía una identificación propia del porcino extremeño independiente de la norma de calidad estatal, a través de una marca de garantía o de una Indicación Geográfica Protegida (IGP).

De esa forma se conseguiría que el consumidor  ”conozca el producto que se hace aquí”. Esta vía alternativa podría venir “consensuada” con otras comunidades como Andalucía, Castilla La Mancha o Castilla León.

Javier Solano, que ha puesto énfasis en la “unidad de todos” en la comunidad, mantienre que Extremadura no quiere “renunciar” a sus peticiones, de que la nueva norma de calidad del cerdo ibérico sea retirada.

Solano entiende que los productores extremeños  no pueden permitir que según la nueva norma se defina al cerdo intensivo de rejilla, que no ha sido criado en la dehesa, como producto ibérico. Ha declarado que “no se puede llamar ibérico de igual forma que el nuestro”.

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