Gana peso la idea de que el cerdo de bellota lleve una vitola que lo distinga
10/04/12
La interprofesional del cerdo ibérico estudiará una propuesta de modificación de la norma de calidad del cerdo ibérico que tiene como eje fundamental de distinción de la calidad a la dehesa. La idea es que el consumidor pueda conocer a simple vista si un cerdo ha comido bellota o ha sido criado de otra manera. El de bellota, sea ibérico puro o cruzado, llevará una vitola de un color específico y para distinguirlo del resto «no hará falta leer mucho más».
La propuesta, que ha recibido el apoyo de Asaja Nacional y el de las demás organizaciones agrarias, productores de cerdos, de chacinas e industriales y mataderos a nivel extremeño, parte de un acuerdo firmado en Extremadura, por todos los sectores implicados y por la Administración autonómica, que aborda todos los pasos necesarios para que cuando una pieza de cerdo ibérico de bellota llegue al consumidor, bien sea carne, chacina, loncheado o cualquier otro formato, lleve un distintivo que lo haga fácilmente reconocible y que certifique que el cerdo del que proviene ha sido criado en una dehesa y alimentado con bellota.
Diferentes propuestas
El acuerdo extremeño tiene posibilidades de tener aceptación a nivel nacional ya que en la sectorial nacional de Asaja, en la que han participado 12 provincias, ha sido bien recibida. Además, el presidente de esta sectorial, José María Molina, lo es asimismo de la interprofesional Asici y será quien la presente en este foro para su discusión. Si fuera aceptada sería llevada al Ministerio como propuesta de todo el sector para la modificación de la norma de calidad. La necesidad de reforma de esta norma es aceptada unánimemente, aunque por el momento hay diferentes propuestas sobre la mesa. El asunto más polémico y que queda por ello más a expensas de los debates pendientes es el del apellido de los cerdos: ibérico puro, ibérico cruzado, etc.
Juan Bilbao, que representó a Sevilla en la sectorial nacional de Asaja, explicó a ABC que el documento extremeño se basa en la idea de defender la dehesa más que a un cerdo sobre otro. «Ibérico es el que está en la dehesa y el que está en un corral, si esa es su raza, y eso no se puede negar». Por eso, la idea que prima en esta propuesta no se basa en distinguir la calidad en función de la raza sino de si se ha alimentado o no en la dehesa. «Se trata de llamar la atención a un hecho: el cerdo criado en extensivo es de una calidad distinta».
Aceptado ese punto, en el acuerdo extremeño se avanza paso a paso en como certificar de forma incuestionable que un animal es el producto de su crianza en montanera y hacerlo de tal manera que el marketing no pueda llevar a engaño al consumidor. En este sentido, el acuerdo firmado en Extremadura es categórico, ya que en su introducción afirma que « la experiencia ha demostrado a todos los sectores y las administraciones públicas que la norma de calidad para la carne, el jamón la paleta y la caña de lomo ibérica presenta un alto grado de incumplimiento». Achacan, asimismo, a la actual norma buena parte de la responsabilidad del desastre en que se ha visto sumido el sector del cebo de campo y a los graves problemas que amenazan actualmente la supervivencia del cerdo de bellota.
Así, para empezar el acuerdo extremeño propone excluir de la norma a las explotaciones intensivas de rejilla. En su texto, el acuerdo detalla normas para garantizar la calidad de los productos de bellota y su trazabilidad, normas para preservar el uso de animales de raza ibérica, clarificar la norma para los productos de cebo y aumentar su calidad, así como medidas concretas para garantizar el cumplimiento de la propia norma.
Entre las medidas para garantizar la calidad y trazabilidad de los productos de bellota, destaca la propuesta de que las dehesas sean aforadas en función de la «fracción de cabida cubierta», es decir de la superficie de cada hectárea de la dehesa que está bajo la copa de encinas y alcornoques. Ese aforo indicará la capacidad de cada dehesa para alimentar un número determinado de cerdos y ese número no podrá ser superado.
Registros
Se propone en concreto que la carga permitida sea de un cerdo por hectárea, bajo una misma área continua y determinada. Asimismo, se indica que los cerdos deben de ser identificados con un crotal antes de que empiecen la montanera. La numeración de esos crotales será la base de un informe en el que se indica cuando entran en montanera, el lote de explotación, etc. Estos registros permitirán relacionar los lotes de explotación con los de alimentación. La identificación de los animales de bellota se mantendría hasta la sala de despiece, ya que los cerdos de bellota llegarían al matadero acompañados de su informe de alimentación certificado y acompañados de los precintos necesarios para la identificación de sus piezas enteras. En el matadero se procedería a la colocación de este precinto «inviolable» que identificará al animal como de bellota o de cebo y ese precinto se mantendría en todo momento, incluidos los puntos de venta y los locales de restauración.
Por otra parte, en el acuerdo extremeño, aborda en un segundo punto la necesidad de preservar el uso de animales de raza ibérica con un sistema efectivo de control de la raza de los reproductores.
En su tercer punto, el acuerdo propone clarificar la norma para los productos de cebo y aumentar su calidad. En cuarto lugar, el acuerdo dice que para garantizar el cumplimiento efectivo de la norma se deberían concretar las obligaciones de los diferentes operadores y entidades de certificación e inspección y unificarlo para todo el territorio del Estado.
Noticia extraída de: http://www.abc.es/
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