La Plaza Mayor como escenario, los vallisoletanos como testigos y el protagonista, Gregorio Pérez, un cortador de jamón que durante los días 5, 6 y 7 de septiembre tratará de batir el Récord Guinness de un mayor número de horas seguidas cortando jamón. Su objetivo es llegar a las 40 horas, pero su prioridad es rebasar las 33 horas y 3 minutos, marca con la que superaría el actual récord del mundo del pacense Francisco Javier Aguza.

Para poder conseguir su meta los médicos le pusieron un requisito: «tenía que adelgazar para que las rodillas no sufriesen con el peso durante tantas horas de prueba», cuenta Gregorio Pérez. Dicho y hecho. Desde hace 9 meses el cortador sigue una dieta estricta en la que lo que más echa de menos «es el jamón», según sus propias palabras, y además realiza ejercicio diariamente a primera hora de la mañana y a última de la noche.

Gracias a estos cambios ha conseguido adelgazar 21 kilos, y los 110 con los que comenzó a prepararse y que suponían un impedimento para la prueba de septiembre ya son historia. «Ahora ya estoy preparado para conseguir el récord pero voy a intentar llegar a perder 25 kilos», cuenta el cortador de jamón.

La razón que impulsó a Gregorio a batir este Record Guinness de un mayor número de horas seguidas cortando jamón fue «intentar reconocer al cortador de jamón profesional», además de conseguir «una satisfacción personal». Por otra parte, Gregorio cree que conseguir esta meta «sería muy favorable» para su negocio, ‘La despensa de Caño Argales’, situado en la calle Ferrocarril número 4, que abrió sus puertas hace 3 años.

Durante la prueba, Gregorio calcula que cortará «alrededor de 100 kilos y unas 30 piezas de jamón». La mitad de esta cantidad será donada a «comedores sociales de Valladolid», según afirma el protagonista, mientras que «con la otra mitad aún no se sabe qué se hará».

En las intensas horas que dure la realización de la prueba, que debe ser grabada en su totalidad, el cortador de jamón no estará solo, contará con un equipo técnico formado por un fisioterapeuta, un masajista, un nutricionista y un psicólogo, ya que «esta prueba también supone un gran esfuerzo psicológico», cuenta Gregorio. Este equipo le asistirá a lo largo del Guinness, pero sobre todo durante los descansos de 5 minutos que le permiten por cada hora de prueba. «Durante este tiempo aprovecharé para ir al baño, para comer, para que me den algún masaje…», narra el cortador de jamón.

Otro de los apoyos fundamentales durante la prueba será su familia. «Ellos siempre me animan y me apoyan mucho en todo momento», afirma Gregorio. Aunque también reconoce que son «los que más sufren día a día la prepración para la prueba». Sin embargo, su padre, con el que comparte nombre, no puede evitar sentirse orgulloso e ilusionado con el reto que se ha propuesto su hijo. «Yo le apoyo porque sé que le gusta mucho y sabe de esto. Lo lleva dentro desde siempre, desde que era pequeño andaba liado con los jamones para arriba y para abajo». A estas palabras añade que a su hijo «no se le pone nada por delante». Por este motivo él estará «el primero en la Plaza Mayor de Valladolid» los días 5, 6 y 7 de septiembre apoyándole.

Para Gregorio, conseguir este reto «sería una ilusión tremenda porque es realmente difícil. Se trata de un récord pionero tanto en Valladolid como en Castilla y León». Tan solo 3 personas más han realizado esta prueba, aunque ninguna de ellas en la comunidad autónoma. Serán un juez de Londres, un notario de Valladolid y cuatro testigos vallisoletanos quienes comprueben el correcto desarrollo de la prueba.

El secreto de este cortador de jamón reside en «el cariño y la paciencia» a la hora de cortar el jamón, por este motivo, el día del Guinness lo cortará «con la misma profesionalidad que si estuviera en la tienda», afirma Gregorio. Entre sus trucos está «coger el cuchillo con suavidad y tener la mano relajada». Además asegura que es fundamental «tener una buena herramienta».

Noticia extraída de: http://www.elnortedecastilla.es/

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