El valenciano Noé Bonillo batió el martes 26 de noviembre el récord Guinness de mayor tiempo cortando jamón al superar las 25 horas seguidas sacando lonchas en la tienda de productos españoles del centro de París para la que trabaja.

Bonillo, de 26 años, comenzó su reto el lunes a las 9.00 horas (8 horas GMT) y pretende continuar indefinidamente a lo largo del día sin ponerse límite. «Me quedan bastantes fuerzas y pienso seguir: cuando termine, lo sabremos», aseguró a Efe.

El valenciano se dijo muy contento y aseguró que «la fatiga se pasa con el ánimo de la gente», pues su familia se encuentra del otro lado del cristal del que cuelgan los huesos de los 22 jamones que han pasado ya por su cuchillo.

«Tener cerca a mi familia y a toda la gente que me ha estado apoyando me ayuda mucho», aseguró Bonillo sin parar de cortar, al tiempo que aseguraba que algo que influye en esta proeza personal es el peculiar jamonero que emplea, el cual tiene una posibilidad de giro de 360 grados y que para él es «el mejor que existe en el mercado».

Apoyado también por su entrenador personal, Ángel Serrano, y por el dueño de la tienda, José Luis Bilbao, que le reclutó para abrir su comercio Los grandes de España en París hace apenas tres meses, el joven maestro jamonero aseguró que este récord no es suyo sino «de todo el equipo», porque «sin todos ellos esto no sería posible».

Con una preparación física en Madrid que después continuó a distancia gracias a las nuevas tecnologías, Bonillo se ha enfrentado a la superación de esta marca, una aventura de la que saldrán varias decenas de kilos de jamón serrano que se donará a hermanas benedictinas del Sagrado Corazón de Montmartre.

El valenciano se entrenó desde verano en periodos de hasta 30 horas en los que preparaba el movimiento repetitivo que debería ejecutar para batir el récord, que hasta hace unas horas poseía Fran Alonso.

Aunque su entrenador aseguró que el hecho de ser ambidiestro le ayuda a no cansar el cuerpo de forma descompensada, lo más importante para Bonillo es «la práctica y la constancia» y es cuestión de «intentarlo, trabajar y no rendirse» por lo que subrayó que, «si otro lo intenta, ¿por qué no podría conseguirlo?».

Noticia extraída de: http://www.levante-emv.com/

Imprimir